¿Qué es un telescopio? Esta pregunta puede parecer trivial, pero detrás de eso, encontramos dos tipos principales de instrumentos para observar los tremendos objetos de nuestro cielo estrellado. Por un lado, los telescopios reflectores están compuestos por espejos, mientras que los telescopios refractores solo están hechos de lentes. Hay muchas diferencias entre ambas categorías, en términos de rendimiento, durabilidad y especialmente, calidad óptica.
Telescopios reflectores
Los telescopios newtonianos son los reflectores más extendidos en el mercado debido a su fácil proceso de construcción y su bajo costo. La luz que proviene de una estrella entra en el tubo óptico y se refleja primero en el espejo primario, ubicado en el extremo. Este espejo primario es la obra maestra del reflector. Tiene que recoger y hacer que los haces de luz converjan hacia el soporte del ocular, el elemento donde colocamos nuestros ojos. Aquí, es necesario encontrar una forma de hacer que los rayos de luz salgan del tubo. Por lo tanto, se instala un espejo secundario al lado de la apertura frontal, lo que permite desviar los rayos en el costado del telescopio y así observar una imagen.
La ventaja de un telescopio reflector es el gran tamaño de su espejo principal. Cuanto más grande es, más brillantes aparecen los objetos en el ocular. Sin embargo, un gran espejo podría enfatizar rápidamente las aberraciones ópticas del instrumento.
Calidad óptica
Teóricamente, obtener un punto redondo perfecto de una estrella requiere tener un reflector newtoniano hecho con un espejo primario hiperbólico. De hecho, un espejo de este tipo es relativamente caro y los fabricantes de telescopios eligen un espejo parabólico, mucho más sencillo de construir. Sin embargo, un espejo parabólico se enfrenta a un defecto: la aberración de coma que deforma y alarga la estrella alrededor de los campos de visión.
A menudo, los fabricantes de bajo costo no utilizan ni un espejo hiperbólico ni uno parabólico, sino un espejo esférico. Con tal geometría, nunca lograrás enfocar perfectamente la imagen de una estrella con tu reflector (debido a la aberración esférica), lo que resulta una situación delicada considerando que la astronomía requiere observar y fotografiar objetos celestes tenues y difusos.
Reflectores en la práctica
Los telescopios reflectores son principalmente telescopios abiertos, lo que significa que los espejos están expuestos al aire, la humedad y el polvo. Por eso es necesario manipularlos con precisión y atención. Por ejemplo, un espejo expuesto con frecuencia a este entorno hostil podría ser menos reflectante en años o, dicho de otra manera, su capacidad para reflejar la luz disminuye. En este punto, la limpieza del espejo es muy recomendable, prestando especial atención a las frágiles partes ópticas mientras se desmonta el telescopio.
Un elemento clave que no debe olvidarse con un telescopio newtoniano es la necesidad de colimarlo. Este procedimiento permite ajustar perfectamente la alineación del telescopio y debe realizarse antes de cada sesión de observación o astrofotografía. Idealmente, esto debería hacerse cada vez que observes o inicies una sesión de astrofotografía.
Finalmente, los telescopios reflectores son los instrumentos de primera elección cuando se desea recolectar la mayor cantidad de luz posible, pero los efectos secundarios son que necesitarás conocer en detalle el sistema óptico y no deberás ser tímido cuando tengas que modificar o limpiar los espejos, como se mencionó anteriormente.
Telescopios refractores
El principio de los telescopios refractores es muy simple. La luz atraviesa la lente frontal, elemento clave que hace que los haces de luz se mantengan convergiendo al soporte del ocular, donde instalamos un ocular o una cámara.
Debido a su compacidad y ligereza, los telescopios refractores no recogen tanta luz como el reflector, pero tienen una calidad óptica más estable y no necesitan ningún ajuste por parte del usuario u observador.
Calidad óptica
Los telescopios refractores tienen la especificidad de permitirnos observar el cielo estrellado con una nitidez y un contraste asombrosos. Estas características se aprecian mucho en la observación astronómica y la astrofotografía.
No obstante, debes prestar atención al tipo de refractor que elijas. Los más baratos están hechos de una sola lente que sufre la dispersión de la luz. En consecuencia, una estrella ya no será un punto de un solo color, sino que estará rodeada de anillos de colores. Esto es lo que llamamos aberración cromática.
Hoy en día, existen diferentes formas de deshacerse de este defecto óptico, como agregar una segunda lente para obtener un telescopio Doublet.
Stellina: un refractor inspirado en los astrofotógrafos
La mayoría de los astrofotógrafos aficionados prefieren un telescopio cuya durabilidad, compacidad y simplicidad de uso son mejores que la cantidad de luz recolectada, por lo tanto, eligen telescopios refractores en lugar de telescopios reflectores.
Los telescopios refractores son una opción confiable para los observadores de estrellas que desean un instrumento astronómico confiable, práctico y fácil de usar.
Conclusión
Ya sea que prefieras un telescopio reflector o un telescopio refractor, asegúrate de elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. ¡Hay una amplia variedad de opciones en el mercado!
“La curiosidad es la esencia de nuestra existencia.”
Gene Cernan